martes, 28 de febrero de 2012

Daddy: Capitulo 57 (ojo que es un bodrio poetico)




"Ya sabeis como me pongo justo a esa hora que el sol comienza a irse" dice y bebe desprocupadamente una cerveza.
Me gusta cuando habla de sus debilidades. Daddy el mismo que volvio todo roto de Ning Fun Bay, el que vio morir amigos, el que incendio niños, el que para matar su culpa acudio a todo tipo de sustancias y termino con su mente.
Cierta vulnerabilidad siempre cae bien.
Luego daddy se despacha sin ningun tipo de orden contra el Gobierno, contra las clases sociales, contra su familia, contra Dios, contra el precio de miles de cosas, contra, contra.
El legendario malhumor de Daddy de un lado, su gran Corazon del otro.
Me gustaba oirlo silbar, mientras caia el sol, las cervezas desfilaban, tambien los Marlboros y ocasionalmente algun joint. Suavemente a medida que el liquido y el humo se le iba subiendo a la cabeza se ponia mas dispuesto.
Peor bastaba que sonara un telefono o escuchar los frenos de algun maldito auto para que estallara.
Luego de sus estallidos venia un desmayo con intermitencias. Daddy era una incoherencia detras de otra: "al final me dejareis solo". O hablaba de su moto, o de una noche que "yo lo perdi todo en Austin". Solia recordar nombres de compañeros que habian quedado alla, tambien resultados de futbol que inariablemente venian acompañados de "fui el fucking mejor mariscal de campo que tuvo este Estado y esos mierdas me pusieron un fusil en las manos para matar Amarillos"!.
Decia que un Hombre solo es un Hombre luego que mucha mierda le haya llovido del cielo.
Se comunicaba bien con los caballos. Les hablaba, los domaba, los corria, les daba zanahorias mezcladas con azucar.
Recuerdo la vez que vino el gordo de traje Negro ( creo que venia de Reno)y estuvo hablando una hora y luego se fue.
Cuando se fue me dijo: "oye sweetheart, no se que Demonios le pasa a Daddy, pero dile que podria hacer millones preparando a mis caballos".
Me dejo una tarjeta.
Pasaron años, Daddy se fue, aun lo busco.
Esa tarjeta en mi bolsa es casi como este relato: no tiene tiempo, no tiene nada. Por eso es todo.
Ahora miro desde un piso cuatro: vidrio: hipodromo y los caballos corren. El Gordo esta mas viejo, se sonrie, me ofrece beer, le digo que si.
Le digo que si me ayuda a ubicar a Daddy, yo lo ayudare con los caballos. Se criarlos, se correrlos, se hablarles. La carerra termina y le doy en un papel los tres primeros. El sonrie. Le dije que habia andado por las caballerizas.
El Hombre de Negro me da la bienvenida y promete ayudarme a encontrar a Daddy.
De noche en un bar en Kentucky me suelto. Bebo y beso a un extraño. Terminamos haciendolo en un Contenedor. A los dos nos gusta Elvis y la cosa sureña. Un beso a las tres de la mañana a veces es mas que eso.
La luna ilumina y el viento dice: "Daddy"-

5 comentarios:

Anónimo dijo...

coshón!

Tête de P. dijo...

Buena entrega.

Lo malo: no se indica en qué equipo fue mariscal de campo (¿Zarigüeyas de Phoenix o los Zorrillos de Tupelo?)

Amitiés

Benedetti dijo...

y la poesía?

Anónimo dijo...

la puesia ta en la concha de tu madre

Anónimo dijo...

no se por que verga estan asi los comentarios, una autentica poronga.

cariños
a