lunes, 22 de junio de 2015

El mundo juega tetris


Calor seco. Hotel al borde del desierto. Pileta con reposeras. Para tomar algo hay que ir a recepción y volver con el botín.
Beber todavía funciona.
Dex le dice a Fin: "beber funciona mejor que la Constitución"
Los dos hombres esperan. El tiempo es queso chedar que todo lo estira.
Llega el auto verde. Baja un tipo. Habla con nuestros amigos en la pileta.
Deciden ir a la habitación. Cambian bolsos. Fuman Luckies. De algún lugar llegan un tema de los Allman.
Son profesionales. En una de las tantas definiciones de profesionalismo: hacer las cosas con tranquilidad, no cargar la atmósfera con charla inútil y mantener los ojos siempre en los ojos del otro.
Los ojos solo filtran luz. El que ve es el cerebro.
Un pajarraco vuela. Este tipo de cosas generalmente distraería a un novato. Todos miran el cuervo negro. Nadie linkea con la muerte, estos tipos están todos enamorados de morirse. Pero aman prolongar el juego.
El juego verdadero. El juego en el que todo sale bien, un tetris prolijo.
Terminado el deal Dex y Fin pagan en recepción y suben al auto. Ponen una radio local. Tienen 22 horas hasta Chicago.
El sol en la ruta. La distancia que se acorta. Mas música. Alguna Bud en un bar. Las arnas en el baúl. Dex maneja tranquilo y Fin lee un libro sobre un tipo que advierte sobre el fin del mundo.
Suena el teléfono. Es Dady from NYC (imagine that). Esta tranquilo y les recomienda un motel en las afueras de Derry. A la noche paran ahí y comen en un cuarto mirando tv en silencio.
Fin sale a coprar una botella en el Liquor Store local. Un J. Walker Double Black. Unos capullos le ofrecen weed y una cocaína cuestionable. Gasta 400 usd.
Dex mira tv. Tiene el control remoto y se queda 50 segundos promedio en cada canal. Decide ir a un bar. El típico: pool, rednecks, chicas aburridas y una banda de fondo tocando temas de los Kinks primera época. Todos lo miran, el deja su mirada flotar.
En la barra la ve. Se miran. La invita unos shots. Se ríen. Se van media hora después. Dex saca otro cuarto en el hotel para evitar que Fin interrumpa.
Lo hacen,  duermen ebrios y se levantan con el sol.
Deciden seguir el viaje juntos. Ella es divertida y cuenta historias de chicos malos, de cowboys, de algún sherif confuso.
En Chicago los espera el frió, el viento, los edificios altos, la gente apurada y bien vestida. Pero tambien la música en la calle.
Se ven con Dady a la noche. En un piso alto. Entregan las armas. Se les paga. Se quedan mirando un rato. Dady los invita a unos tragos y a comer.
Esta vez el Dios de los cowboys tetris estuvo de su lado, todo salio tal lo planeado.
Dady al final sin motivo aparente pregunta por la chica.
"Me llamo Trish" dice con la voz cansada.
Dady pelado y enorme le dice " tu te quedas".
Dex y Fin saludan y se van. La noche de Chicago es blues. Es comenzar el juego de cero de nuevo.

to be continued.

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