sábado, 21 de junio de 2014

Tu nombre en clave es Monotributista Arleco x @mariann_78

Especie autóctona que se cosecha cada cuatro años. El Monotributista Arleco sortea el cerrojo AFIP como Tyrion Perón Lannister a la pena de muerte y eso lo emporonga. Se saca su capa de oficinista triste del sector 7-G por un mes y pide. El Arleco pide. Porque pagó, viste. “Hoy menos de 7 a Irán no, ehhh”. Ohohea el Himno, se “lookea” (La Gerencia se permite repudiar el término) y vive la experiencia a través de su esmárfon. Lleva a sus pibes. Si no llegó a Brasil, se compra el plasma más pijudo y dispensa Paladinis. “Eeehhh Brasil qué se siente” (son pentacampeones, mal terminado). Si a los 13 minutos Argentina no baila “a esos negros” ya se entra a impacientar. “Ponelo a Pirlo” (pelotudos). El Monotributista Arleco no mira fútbol en esa vida que pasa entre Mundial y Mundial. Es inmune a los avatares tan lindos del deporte. Por eso se subleva si Argentina no golea siempre. Te sube al Empire State y pide que le devuelvan la guita porque estaba nublado y no pudo hacer selfies. En el entretiempo de hoy, frustrado, paga 400 millones de reales por un snack para el pibe y resopla un “para esssto vinimos”. Decae en su aliento y entra a mandar WhatsApp. Se pierde el gol. Y retwittea #MaradonaMufa mientras le entra a la vuvuzela.
Propongo un bunker de Flanders para el Monotributista Arleco y, de paso, para las beboteadoras del fútbol (“ay, no sé qué es un córner jiji”) con talleres de poesía en loop a cargo de Alejandro Apo.

1 comentario:

Marie dijo...

te iba a comentar algo pero se me olvidó qué era, estoy embotada de Mundial, en diez días sólo voy a poder decir jahdhbjjjhbaaaaaaaaaaaaaaa hilo de baba colgando