viernes, 20 de junio de 2014

For those about Uruguay, we salute you ///por @adelfanotdead


Tremenda la que se mandaron hoy los cagatintas. Dijeron que un marfileño había llorado durante el himno porque se le había muerto el padre hace 2 horas y se había enterado de eso minutos antes de entrar al campo de juego. Hasta inventaron toda una historia sobre el jugador pidiéndole al técnico que lo meta para rendirle un tributo a su padre cuyo cadáver estaba tibio. Con un niveles de bilardismo altos en sangre, pensé si valía la pena avisarle unos minutos antes a uno que va a entrar a jugar un partido de un Mundial. ¿Cambia en algo que el tipo se entere dos horas después de la noticia de mierda? Y si le decís, que no juegue. No importa el homenaje que quiera hacerle al padre. Es un Mundial, no un video emotivo o un karaoke. Al final, el padre había muerto hace 10 años y sólo lloraba por el honor de representar a su país. Chequear ya fue. No los juzgo, la legión de periodistas enviados al Mundial debían estar embobados con alguna bandeja de sanguchitos de miga o mirando culos por ahí.

Lo más interesante del día fue la victoria uruguaya contra la pérfida Albión. Le venía de dar vuelta un partido Costa Rica de manera increíble. En el horizonte charrúa asomaban Inglaterra e Italia. El panorama era más negro que Candyman. Pero Uruguay es especial. Más que la Suiza del Sur, Uruguay es la Galia del Sur. En vez de Asterix y Obelix, tienen a Lucho Suárez y Cavani. El resto es una jauría rabiosa dispuesta a comerte los huesos. Uruguay es una mezcla de Mulholland Drive con Expendables. Los cinco sentidos están de fiesta. Visualmente es imponente. Uno la pasa bien aunque haya partes que no se entiendan. Cuando juega Uruguay, la lógica se va a comprar puchos al quiosco. La estrategia, la táctica, la razón, acá miran todas desde la tribuna. Si, en definitiva, la cautela es cosa de cobardes. En las paradas difíciles, los charrúas con como los pollerudos de William Wallace que iban todos para adelante, a comerse el hígado de los ingleses sin importar si tenían mejor preparación, tenían mejores armas, mejor organización. Ellos salen a empalarte con la pija.

Es como preguntarle a Stallone, Schwarzenegger, Dolph Lundgren o Statham si los Expendables van a jugar 4-3-3 o 5-3-2.  Sly frunciría el seño y seguiría disparándole y machando a todo lo que se mueva. Si tiene tiempo, te mete un sopapo y te escupe. Fue un triunfo con todos los condimentos. 2 golazos de ese crack que es Luis Suárez. Se había lesionado pocos días antes de que arranque el Mundial. Nos cansamos de ver la foto donde andaba en silla de ruedas. No le daban los días para volver y ahí está clavando dos goles y gritando como el desaforado cada uno de ellos. Pero Cronos no juega con nuestros vecinos. Le dieron uan patada en el culo al tiempo. Si Badía era el quinto Beatle, Egidio Arévalo Ríos es la quinta tortuga ninja. Va a trabar con los dientes. Le patearon la cabeza a Álvaro Pereira. Parecía que el negro había muerto como una mala película de terror clase B. Los médicos pedían que lo saquen. Se levantó épicamente como Daniel San. Se carajeó hasta con Belcebú para que lo dejaran en la cancha con esa pandilla salvaje. Que la chupe Hipócrates. Arrancó ganando, se lo empató Rooney que hizo su primer gol en 3 mundiales (en Twitter, Gary Lineker sanfilippeaba de lo lindo) y cuando parecía que los ingleses se los llevaban puesto, volvió a aparecer Lucho para que todo termine como Rudy entrando a jugar la final en Notredame. ¡Rudy! ¡Rudy! ¡Rudy! Me voy a largar a llorar como participante de reality show. Pensar que hay mamertos que se conmueven con unos godos que tocan la pelotita en el medio. Metete la posesión en el ojete. Dejadme con esta dosis de irracionalidad, sangre y testosterona.

4 comentarios:

Unknown dijo...

soy incapaz de escribir asi,
pero si lo fuera...
no cambiaria ni una coma.

mge dijo...

Andaré por estos pagos hasta que termine el mundial, o capaz me mudo y me quedo a vivir, no sé.

Gustavo dijo...

Clap clap clap

Anónimo dijo...

hola monos: que chevere tenerlos pro aca.

Cariños
a