Tremenda la que se mandaron hoy los cagatintas. Dijeron que
un marfileño había llorado durante el himno porque se le había muerto el padre
hace 2 horas y se había enterado de eso minutos antes de entrar al campo de
juego. Hasta inventaron toda una historia sobre el jugador pidiéndole al
técnico que lo meta para rendirle un tributo a su padre cuyo cadáver estaba
tibio. Con un niveles de bilardismo altos en sangre, pensé si valía la pena
avisarle unos minutos antes a uno que va a entrar a jugar un partido de un
Mundial. ¿Cambia en algo que el tipo se entere dos horas después de la noticia
de mierda? Y si le decís, que no juegue. No importa el homenaje que quiera
hacerle al padre. Es un Mundial, no un video emotivo o un karaoke. Al final, el
padre había muerto hace 10 años y sólo lloraba por el honor de representar a su
país. Chequear ya fue. No los juzgo, la legión de periodistas enviados al
Mundial debían estar embobados con alguna bandeja de sanguchitos de miga o
mirando culos por ahí.
Lo más interesante del día fue la victoria uruguaya contra la
pérfida Albión. Le venía de dar vuelta un partido Costa Rica de manera
increíble. En el horizonte charrúa asomaban Inglaterra e Italia. El panorama
era más negro que Candyman. Pero Uruguay es especial. Más que la Suiza del Sur,
Uruguay es la Galia del Sur. En vez de Asterix y Obelix, tienen a Lucho Suárez
y Cavani. El resto es una jauría rabiosa dispuesta a comerte los huesos.
Uruguay es una mezcla de Mulholland Drive con Expendables. Los cinco sentidos
están de fiesta. Visualmente es imponente. Uno la pasa bien aunque haya partes
que no se entiendan. Cuando juega Uruguay, la lógica se va a comprar puchos al
quiosco. La estrategia, la táctica, la razón, acá miran todas desde la tribuna.
Si, en definitiva, la cautela es cosa de cobardes. En las paradas difíciles,
los charrúas con como los pollerudos de William Wallace que iban todos para
adelante, a comerse el hígado de los ingleses sin importar si tenían mejor
preparación, tenían mejores armas, mejor organización. Ellos salen a empalarte
con la pija.
Es
como preguntarle a Stallone, Schwarzenegger, Dolph Lundgren o Statham si los
Expendables van a jugar 4-3-3 o 5-3-2. Sly frunciría el
seño y seguiría disparándole
y machando a todo lo que se mueva. Si tiene tiempo, te mete un sopapo y
te
escupe. Fue un triunfo con todos los condimentos. 2 golazos de ese crack
que es
Luis Suárez. Se había lesionado pocos días antes de que arranque el
Mundial. Nos
cansamos de ver la foto donde andaba en silla de ruedas. No le daban los
días
para volver y ahí está clavando dos goles y gritando como el desaforado
cada uno de ellos. Pero Cronos no juega con nuestros vecinos. Le dieron
uan patada en
el culo al tiempo. Si Badía era el quinto Beatle, Egidio Arévalo Ríos es
la
quinta tortuga ninja. Va a trabar con los dientes. Le patearon la cabeza
a Álvaro
Pereira. Parecía que el negro había muerto como una mala película de
terror
clase B. Los médicos pedían que lo saquen. Se levantó épicamente como
Daniel
San. Se carajeó hasta con Belcebú para que lo dejaran en la cancha con
esa
pandilla salvaje. Que la chupe Hipócrates. Arrancó ganando, se lo empató
Rooney
que hizo su primer gol en 3 mundiales (en Twitter, Gary Lineker
sanfilippeaba
de lo lindo) y cuando parecía que los ingleses se los llevaban puesto,
volvió a
aparecer Lucho para que todo termine como Rudy entrando a jugar la final
en
Notredame. ¡Rudy! ¡Rudy! ¡Rudy! Me voy a largar a llorar como
participante de
reality show. Pensar que hay mamertos que se conmueven con unos godos
que tocan
la pelotita en el medio. Metete la posesión en el ojete. Dejadme con
esta dosis
de irracionalidad, sangre y testosterona.
4 comentarios:
soy incapaz de escribir asi,
pero si lo fuera...
no cambiaria ni una coma.
Andaré por estos pagos hasta que termine el mundial, o capaz me mudo y me quedo a vivir, no sé.
Clap clap clap
hola monos: que chevere tenerlos pro aca.
Cariños
a
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