Las sesiones de
psicopedagogía de Junio están siendo fabulosas. Tengo la teoría de
que cualquier contenido escolar se puede abordar desde el fútbol y
lo estoy comprobando con felicidad.
ContarMultiplicarRegistrarComp arar; también conversar mucho con los
pibitos y experimentar, con leve dolor en la zurda, que para ellos
todo es Messi.
- Cuando yo era chica como vos, mi pap...
- Uyyy, pero eso es hace muucho... dale, Mariana: qué.
- Ja. Tenés razón, fue hace mucho que mi papá me guardaba fotos de Maradona porque yo las coleccionaba, como vos con Messi.
- Ahh... pero yo conozco a Messi solo.
Y páfate. La realidad te
golpea feo. Diego no forma parte del repertorio simbólico de los más
chicos. Lo ubican remotamente. Establecen soluciones de compromiso
ante tu emoción, para no hacerte quedar como un pavote. Sisi
Mariana... todo muy lindo, pero mirá mi Xbox. Los otros días
pensaba que tendré que empezar a acostumbrarme a esto.
Lo admito: Messi no me
conmueve como líder, no gravita en mi interior. No me produce
emoción, ternura, ni ganas de matarlo y de pedirle desde el amor que
se calle, que no se mande más cagadas por
DalmaGianinnaBenjaYDieguitoFer nando. Es una genialidad que la siento
sacada de Novartis. Hace poco vi unas imágenes suyas jugando en
Rosario de chiquito y sí, pero dame más.
¿Tiene que darme más?
¿Por qué le pedimos épica maradoniana a este pibe? Cómo cuesta
duelar... vemos la impasibilidad ante el Himno y adviene Diego
puteando a los tanos. El “Ehhh por qué no cantaa” es la
presencia de una ausencia. Ya fue. Diego no está. Por algo, creo,
muchos estábamos en la cima de la termez en el Mundial pasado.
Revancha simbólica. El Gordo estaba, al menos, desde el banco. Les
iba a transmitir a todos qué lindo es jugar a la pelota y entregar
todo. No se pudo. Y a duelar. Cualquier cosa (You Know What) que le
pueda pasar es un indecible. Todo de acá en más es duelar.
Pobre Lionel. Es el novio
en el que buscás todo el tiempo cosas de tu papá. Y el pibe sólo
quiere jugar. Sisi Mariana... todo muy lindo, pero mirá mi Xbox. Es
la foto que tenés durante un tiempo del ser querido que se te fue.
Los otros días pensaba que tendré que empezarla a guardar. Diego
mismo lo dijo hace poco en esa tertulia de hermandad latinoamericana
intensa (quizás para otro post) que comparte con Víctor Hugo: “No
van a lograr que nos peleemos, porque somos parte del mismo podio”.
No es uno u otro. Es fútil comparar, pretender un pase de mando a algo
idéntico. Ch ch ch ch changes. Ta bien, Lionel, dale... mostrame
cómo se juega a la Xbox. Pero ayudame a duelar. Mirá qué linda
esta foto del Diez.
2 comentarios:
estoy enamorado de esta chica
contactala en tuiter.
cariños
a
Publicar un comentario